Fundador del grupo Beti Jai Alai, recuperó la tradición de bailar un aurresku el 15 de agosto y el día de la Virgen.
Jon Pertika, el fundador del grupo Beti Jai Alai y toda una institución en el mundo de las dantzas en Bizkaia, ha fallecido dejando todo un legado unido al folklore vasco. Se crió entre aurreskus y dantzas. De hecho, su padre fue integrante del Beti Alai y él mismo dio sus primeros pasos que aquel grupo con apenas diez años. Su trayectoria no se podría explicar sin su labor como investigador de la cultura y tradiciones vascas. Visibilizó y recuperó las dantzas de Bizkaia, una tarea de gran valor por la que fue muy admirado y querido en toda Bizkaia.
BILBAO. "EMPEZAMOS a ensayar en la antigua Cervecera del Norte de Basurto, en la calle. Y si llovía teníamos una especie de cobertizo para resguardarnos. Aguantábamos barro, granizo, viento…”. Así recordaba Jon Pertika en su última entrevista a DEIA sus inicios en el mundo de las danzas vascas.
Los primeros pasos los dio de la mano de su padre que fundó el grupo Dindirri, “el primero de Bilbao tras la Guerra Civil”. Posteriormente nació Beti Alai en el bilbaino barrio de Basurto aunque, “después de un pequeño lío”, desapareció. Sin embargo, el gusanillo de la danza ya había dejado su poso en Jon Pertika quien se empeñó en que dar otra oportunidad a los bailes tradicionales creando una entidad que el próximo año celebrará su medio siglo de vida. “Quería mantener el nombre de Beti Jai pero no pudo ser y empezamos a funcionar como Beti Jai Alai”, rememoraba este hombre que vivió en primera persona los rigores del franquismo. “En abril de 1968 hicimos un festival en La Casilla. El cartel tiene el sello de la Policía porque sin él no podíamos hacer nada. Había que llevar las letras de las canciones a Información y Turismo y las que estaban en euskera había que traducirlas”, explicaba Pertika que reconoce que “cuando los técnicos veían algo raro, echaban para atrás las canciones”.
InvestigadorLa trayectoria de Jon Pertika no se podría explicar sin su labor como investigador de la cultura vasca, de tradiciones que solo estaban reflejadas en cuadros. Por ejemplo, el aurresku que se baila el 15 de agosto y el día de la Virgen en la parte trasera de la basílica de Begoña. La única referencia era el cuadro Un aurresku en Begoña, de Jenaro Pérez de Villa-Amil, fechado en 1842. Ese fue el punto de partida para Beti Jai Alai de un evento que se ha convertido en tradición. “Lo hemos copiado”, afirmaba un satisfecho Pertika de que, además, del aurresku, se bailara una ezpatadantza dentro del templo. “Nos costó introducirla porque los curas eran reticentes, no veían meter un baile dentro de la iglesia en la misa en la que estaban todas las autoridades. Pero tras el baile en el altar, la gente reaccionó con aplausos”.
La relevancia de Beti Jai Alai y Jon Pertika está muy ligada a los estudios que han hecho de los bailes del territorio. “Reproducimos fielmente las danzas recogidas en el lugar de origen de los grupos autóctonos. Somos unos simples transmisores”, explicaba Jon Pertika. Para él, “la madre de todas las danzas” era el dantzari dantza de Iurreta. “Es una danza de virilidad, de fuerza. Ver a ocho hombres de 1,80 de estatura con las piernas arriba… Es la danza que siempre llama la atención”, subrayaba.
Según contó Pertika a DEI, los inicios fueron duros y el futuro se presenta difícil para un ámbito cultural que ha marcado la historia. “No hay el mismo compromiso. Era un compromiso también político, de defender nuestras cosas y nuestra cultura”, señalaba, quien sí reconocía que a nivel de preparación se ha mejorado. “Antes éramos unos burritos. Ahora hay más técnica, más entrenamiento de barra…”, concluía.
http://www.deia.com/2018/02/19/ocio-y-cultura/cultura/fallece-jon-pertik...