Dedos de Gatika que resuenan en Sestao

Roberto EtxebarriaEl trikitilari Roberto Etxebarria lleva tres décadas de colaboración con Eusko Lorak
Natural de Gatika, alumno de Rufino Arrola y Kepa Junkera, prepara un nuevo disco

Sestao- Aunque el trikitilari Roberto Etxebarria se reconoce como un hombre no muy seguidor de las comunicaciones vía Internet, poner su nombre añadido al instrumento musical que domina, en un buscador de la red devuelve más de 21.000 resultados en los que puede descubrirse mucha información y sobre todo ejemplos de su reconocida talla de soinujole. “Reconocido no sé, pero sí de mucha andadura”, matiza este afable profesor de trikitixa en la Academia municipal de Música de Bilbao.

Nacido en Gatika, Roberto siente que su corazón está dividido porque “aunque soy natural de Gatika, mi corazón se divide en más pueblos como Maruri Jatabe, de donde era mi ama”, resalta con devoción filial a la mujer que más influyó en su decisión de acercarse al mundo del acordeón diatónico. “Ella era la parte más destacada de la cultura en la familia”, relata este mocetón que va camino de sus primeros 49 agostos y que fue el pequeño de cuatro hermanos. “Mis hermanos mayores no tocaban la trikitixa y yo creo que he sido el afortunado. Venimos de un caserío humilde, Julondotxo, en el que mis hermanos han trabajado más en el caserío. Yo como fui el último igual tuve más opciones para la cultura, digo yo. Ya con 11 o 12 años te dicen que pruebes a ver si te gusta. La cosa también está relacionada con la familia porque mi ama me contaba a menudo historias de mi aitxitxe que también fue trikitilari”, detalla Etxebarria.

A ello se añaden más sorpresas sostiene Etxebarria quien últimamente ha iniciado un trabajo de campo sobre su abuelo y la trikitrixa y “me he dado cuenta que mi abuelo además de tocar, tuvo la plaza de músico trikitilari en Jatabe. Hubo un señor mayor que me comentaba que recordaba cómo siendo él un chaval había visto tocar a mi abuelo en la plaza, algo que ya me había dicho mi madre”, cuenta el trikitilari que añade que “sabías algo del abuelo pero lo que no supones es que fue capaz de obtener la plaza de Maruri. Supongo que no habría una gran cantidad de músicos”.

Eusko lorak Este trabajo de investigación, que combina con la próxima edición de un disco, comienza después de que como acordeonista haya recorrido muchas plazas y romerías. Una de ellas le trajo a Sestao donde tocó con el grupo de Danzas y Txistus, Eusko Lorak. “Mi relación con Eusko Lorak surge cuando empecé a tocar la trikitixa en el año 1982 u 83 de la mano de mi maestro Rufino Arrola quien solía venir aquí a tocar con el grupo y traía a los que estábamos aprendiendo con él. Desde entonces veníamos todos los años a Sestao a tocar con Eusko Lorak. Los primeros años de la década de los 80 venía con Rufino y luego en los años 90 inicié mi andadura con otro compañero. Luego volví con el que era el compañero de Rufino, Kepa Arrizabalaga, que ha sido mi panderetero hasta hace siete años. Así que son más de tres décadas de relación con este grupo de dantza”. Una relación continuada que recientemente fue reconocida por el grupo sestaoarra con una jornada de danzas que presidió este padre de familia con tres hijos a los que ya ha inoculado el virus de la música trikitilari de la que señala “vive un buen momento”.

“La trikitixa está reconocida sobre todo porque hemos sabido ver que instrumentos casi idénticos a la trikitixa están reconocidos internacionalmente. Hemos visto que no es que sea una música, un instrumento solo de aquí, si no que música con instrumentos similares está sonando en todo el mundo. Además aquí hay muy buena base”. Alumno aventajado durante un tiempo de Kepa Junkera “sin el cual la triki no habría llegado donde está hoy”, Roberto señala que lo más importante es “creer y luego insistir”.

http://www.deia.eus/2018/03/19/bizkaia/margen-izquierda-encartaciones/de...

Deia
19 Marzo 2018