A lo largo del medio siglo de vida que el grupo Txoritxu Alai lleva trabajando en Durango, alrededor de un millar de menores ha aprendido a hacer sus pinitos en danza. Varias generaciones se han calzado las alpargatas para salir al corro o bailar la soka dantza. El sábado, ccelebra sus bodas de oro con un programa que invita a la ciudadanía a sumarse a la jornada festiva.
«Queremos que todos bailen y disfruten del día», admite su presidente, Jokin Garitonandia.
Txoritxu Alai nació para arropar a los más pequeños hace justo 50 años e iniciar con ellos el camino para aprender a amar el baile y la cultura vasca. «Por entonces, salvo alguno de Zarautz, ningún grupo trabajaba con menores», explica Garitonandia. Varios padres y madres de Tronperri se animaron a dar el paso y así surgió entonces Txoritxu Alai. «Más que una ruptura fue una evolución», concreta.
El presidente del grupo, a su vez monitor y dantzari, recuerda que los inicios no fueron complicados. El escudo que hoy lucen fue diseñado por Koldo Gallastegi con las montañas de Anboto teñidas de azul puesto que se les impidió que insertarán los tres colores de la ikurriña. Eran los últimos años del Franquismo y en Euskadi se reivindicaba el uso del euskera, el folklore y la cultura vasca. «La gente estaba animada y se creó un grupo con ganas de trabajar y muchas ideas», rememora.
Txoritxu Alai contribuyó a poner en marcha la Umeen Euskal Jaia y a la creación del festival de villancicos, la Euskal Astea o el festival de instrumentos autóctonos. «Lograron crear las sinergias adecuadas para empujar y convertirse en lo que es ahora». Un colectivo que hoy en día, con algo más de 200 familias asociadas, trabaja con medio centenar de menores de entre 4 y 16 años. Hace varias décadas incorporó también a los adultos y hoy cuenta con una veintena de ellos.
Mayoría de mujeres
Pese a que Durango sigue siendo uno de los bastiones de la danza vasca con hasta tres grupos -Txoritxu, Tronperri y Kriskitin-estas cinco décadas han dejado huella. Se han rescatado piezas, los bailes han roto la diferencia de género y el número de dantzaris ha fluctuado aunque las mujeres siguen siendo mayoría. «En los últimos años parece que hay un aumento de dantzaris», apunta Leire Renovales, quien junto a Garitonandia, Ianire Quevedo y Lorena Urien son el grupo motor de Txoritxu Alai. «Hay muchas actividades pero sobrevivimos y lo más importante es que durante generaciones se ha conseguido que la danza cale hondo en Durango», admite.
Y es que aseguran que a la villa le gusta bailar. «Lo importante es bailar y por eso en nuestro aniversario hemos hecho un planteamiento pensado para la calles, con bailes sencillos, algo para compartir y que tome parte todo el pueblo», explica Garitonandia. Los actos arrancarán al mediodía con un pasacalles que partirá desde el local que el grupo dispone en la trasera del plaza del mercado. Allí mismo se venden las camisetas conmemorativas del 50 aniversario. El baile llegará hasta Ezkurdi y recorrerá el casco viejo con ambiente festivo y bailes en su mayoría de corro.
A partir de las 14.30 horas el Plateruena abrirá sus puertas a una comida popular, cuyas entradas están a la venta hasta hoy. Por la tarde, a las cinco, se inaugurará en este espacio una exposición de cientos de fotofrafías para mostrar la evolución del grupo. La fiesta concluirá con la romería a cargo del grupo Akerbeltz a las 18.30 horas.
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