El barrio de Leioa disfrutará este fin de semana de las fiestas de San Máximo, las primeras de todo el municipio
«Teníamos muchísimas ganas de volver a vivir este momento de nuevo». La magia de la Maskarada ha inundado, una vez más, al barrio leiotarra de Lamiako este viernes. Era una fecha esperada para todos, vecinos y coordinadores, más aún después de haberla tenido que cancelar en dos ocasiones por motivos sanitarios. «Nunca nos habíamos imaginado que una edición pudiese ser tan especial», aludía Aintzane Correa, miembro de la organización. Cientos de habitantes, niños y mayores, han acudido a la llamada del ser mitológico de Maiatza en el despegue del festín. Vestidos con trajes típicos, como los blusones o las flores, los lamiakotarras han dado el pistoletazo de salida a las fiestas de San Máximo -las primeras del municipio- a las 17.30 horas en el cruce de la calle Langileria con la subida a Gaztelueta, instante en el que comenzaba el pasacalles dirigido por cinco cabezudos y dos gigantes, y amenizado, a su vez, por el grupo de danza Lamiako Txikiak. «Para nosotros la Maskarada es una tradición familiar, que pasa de padres a hijos. Mi sobrino ahora ha cogido el relevo de su padre, que caracterizaba a uno de los personajes», añadía Correa. Más de medio centenar de leiotarras se vuelcan en la recreación de esta fiesta, de los cuales al menos 40 representan distintos seres de la mitología vasca, como Sugaar, Mari, Mendi, Galtzagorri o Illazki, entre muchos otros.
Más de cuarenta años han pasado desde la primera vez que se celebró la Maskarada, concretamente, en 1978. Desde entonces se ha consolidado como uno de los eventos más especiales para sus residentes. «He vivido unas 25 veces esta fiesta, y ya lo echábamos de menos. Es un momento en el que el barrio se une e incluso vienen personas de otros pueblos que antes no aparecían», detallaba ilusionado Aitor Sesumaga. La representación teatral, dividida en tres actos que concluirán con el akelarre que se protagonizará a las 22.30 horas, cuenta la historia de Prudentzia, la cual sintió un enorme vacío tras la pérdida de su hijo cuando éste se fue a navegar tras malvender sus bienes.
Los cabezudos han sido los encargados de hacer correr a los más pequeños, quienes en alguna ocasión, admitían estar pasando «algo de miedo». Pero sin dudas, las sonrisas y las ganas de diversión han eclipsado la barriada esta tarde. «Hacía tiempo que no nos lo pasábamos tan bien. La verdad es que da gusto volver a la normalidad y poder disfrutar de tradicionales tan bonitas como esta», subrayaba Ana López.
Además de la Maskarada, el barrio contará con unas fiestas locales repletas de actividades. Si bien la noche de este viernes estará amenizada por las txosnas y la romería, este sábado a primera hora, los cocineros tendrán la oportunidad de participar en el VII campeonato de 'Putxeras', cuyos premios se repartirán a las 16.15 horas. Asimismo, el domingo le tocará el turno al I concurso gastronómico libre. Los participantes deberán preparar su mejor plato valiéndose de un camping gas. La festividad concluirá a las 21 horas con el entierro de la sardina, donde los organizadores animan a todos los vecinos a vestirse de luto para la ocasión.
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