‘Gigantes, cabezudos y Gargantúa en Bizkaia’ busca algo más que preservar la memoria, pretende ayudar a que nuevas generaciones aprecien la importancia de estos personajes en nuestra cultura. Este libro repasa 500 años de historia y cataloga a más de 200 de ellos gracias a sus jóvenes autores.
‘Gigantes, cabezudos y Gargantúa en Bizkaia’ es la última publicación con la que sus autores, los bilbainos Borja Romero Landeta y Aitor Santamaria Zuluaga, invitan a «redescubrir y valorar» el rico patrimonio cultural que representan estos personajes festivos incardinados en la historia. Este trabajo, así inciden sus promotores, «busca no solo preservar la memoria de estas tradiciones, sino también fomentar su apreciación y continuidad en las generaciones futuras».
La afición que tenían ambos por los gigantes fue lo que les animó a efectuar este trabajo de investigación, que comenzó en 2019 y ha finalizado en 2024 con la publicación de este libro que supera las 324 páginas gracias al apoyo de la Diputación de Bizkaia. Se han editado 500 ejemplares en castellano y similar cantidad en euskara. Puede adquirirse en el servicio de publicaciones de la institución foral por 15 euros.
Miembros activos del santutxutarra Gaztedi Dantza Taldea, Borja Romero Landeta y Aitor Santamaria Zuluaga llevan más de medio vida ligados al folklore, acompañando las kalejiras de gigantes con su música. El primero, de 30 años, lleva desde los 11, tocando el tambor, y su compañero, de 33 años, además de hacerlo con la gaita o el txistu, se anima a bailar a estos imponentes personajes que hechizan a grandes y pequeños.
En su trabajo comienzan por repasar los más de 500 años de historia, significado y evolución de gigantes, cabezudos y gargantúas, pues los ha habido en Bilbo desde 1854 gracias al ingenio del Bombero Etxaniz, que lo diseñó y construyó.
Los primeros gigantes y cabezudos en la capital vizcaina se datan en el siglo XVI durante las procesiones del Corpus Christi. En las ordenanzas de 1509, según los historiadores, se cita a los «rabís», que eran mozos disfrazados y enmascarados que recorrían la villa armados con vejigas. Fueron desde entonces los encargados de abrir paso a las comitivas de gigantes.
Hay distintas referencias a su evolución hasta la llegada del siglo XX. No falta tampoco mención a los primeros constructores identificados –Serafín de Basterra Eguiluz (1850-1927) y Vicente de Larrea Aldama (1852-1922)–, a los que siguieron Higinio de Basterra Berástegui (1876-1957), Manuel de Basterra Berástegui (1882-1947)... y un largo etcétera.
En este extenso trabajo se puede conocer los nombres de cabezudos de los años 30 del siglo pasado como Teódulo García ‘Whisky’ y Elena andereño, José María Belaustegigoitia ‘Belauste’, Juan Ángel Bilbao ‘Txikito de Abando’ y Castor Jaureguibeitia ‘Cochecito de Bilbao’.
Aste Nagusia, punto de inflexión
Con mayor o menor fortuna se fueron sucediendo las comparsas de gigantes y cabezudos hasta que, tras dos años de Aste Nagusia en los que hubo que pedirlos prestados a Gasteiz, el 7 de febrero de 1980 se presentaron en sociedad a Don Terencio y Doña Tomasa, la parejas de Baserritarras, el Inglés y la Bilbainita, el Ferrón y la Cigarrera, el Marino y la Carguera, y Zumalakarregi e Isabel II, a los que seguirían siete cabezudos en 1982, que se renovaron y hubo nuevas incorporaciones con el siglo XXI. Aquella primera comparsa tras el franquismo fue obra de Pedro Goiriena.
Años después, obra del valenciano Vicente Luna y del debatarra José Ignacio Urbieta, fueron llegando los actuales: Don Terencio y Doña Tomasa, la pareja de Baserritarras, el Inglés y la Bilbainita, el Ferrón y la Cigarrera, el Marino y la Carguera, Zumalakarregi e Isabel II con la incorporación en 1998 de Pitxitxi y Lina. Se incluye como gigante a Marijaia, con una vida efímera por cierto aunque luego reaparece cada Aste Nagusia.
En ese repaso de personajes, acompañados de fotografías y datos básicos sobre el autor y fecha de presentación. No solo se recogen detalles de las comparsas de gigantes y cabezudos dependientes del Consistorio bilbaino, ahí están además los del histórico grupo de danzas Beti Jai Alai de Basurto, los de Mairuek de Santutxu y los deustuarras de Ondalan, sin olvidar a Marikastaña, gigante presentado en junio de 2023 por Salbatzaile Dantza Taldea de Castaños.
Hay espacio también para las habituales concentraciones de gigantes de Aste Nagusia, que comenzaron en 1990 con 24 participantes hasta las pasadas fiestas. El récord, el medio centenar de 2022. Hay espacio para otros encuentros para la historia, como el de 1934.
En ese compendio que incluye a 200 personajes, se repasa de Amorebieta-Etxano a Usansolo a las 27 comparsas que existen en Bizkaia con su pequeña historia, además de algunas particularidades de otros municipios.
También tiene cabida en este trabajo Gargantúa, un personaje unido a la historia de la villa desde 1854 gracias al bombero Clemente Antonio Etxaniz Ariznabarreta. Fue el primero –aquel fue víctima de una bomba de la guerra carlista– de las seis reencarnaciones que ha tenido este enorme baserritarra que traga pequeños y los expulsa por la retaguardia, tras un breve resbalón por su tobogán interior. Los hubo después en 1897, 1934 (que acabó pasto de las ratas en los años 50 bajo el puente de Deustu), 1963, 1986 y 1988.
Además de Bilbo, tuvo Gargantúa Barakaldo y lo tiene aún Gernika tras recuperar en 2016 una tradición que perdió la villa foral tras destruirse el anterior en 1937 a causa del bombardeo fascista.
https://www.naiz.eus/eu/info/noticia/20241207/el-ultimo-compendio-de-gig...