Compañeros imprescindibles en los pasacalles, Ondalan recorre numerosos municipios de Bizkaia y destacan que “nunca faltamos a Aste Nagusia, a ninguno de los barrios de Deusto, Mungia, Basauri, Galdakao… y, este año en Portugalete hemos tenido 15 actuaciones, quizá sea por el 700 aniversario”. Esa presencia en las calles está teniendo su repercusión ya que “sabemos de varios municipios que quieren poner en marcha sus propias comparsas”. Igor Díaz tiene claro que una fiesta sin gigantes no es una fiesta. “Están en todas las programaciones festivas y es uno de los pocos espectáculos intergeneracionales que puede haber”. Y aunque los gigantes acompañan los pasacalles, los cabezudos cada vez están menos presentes. “Sacamos muy pocos cabezudos”, admite el integrante de Ondalan que asegura que “empiezan a tener muchos problemas en más de un lugar porque pueden representar agresiones a menores”.

La altura y el tamaño de los gigantes son un auténtico polo de atracción para los más pequeños. “Cada día que salimos hay 4 o 5 niños que se quieren apuntar”, afirma Díaz. La clave para bailar con un gigante es “tener más maña que fuerza”, aunque también ha habido una evolución desde los inicios a la actualidad. “Los gigantes no estaban acostumbrados a moverse, a bailar. En muchos casos iban como armarios. Comenzamos bailando al estilo navarro y, poco a poco, se han introducido otros bailes. Tenemos un repertorio amplio de valses pero en los pasacalles no hay tanta posibilidad de coreografía”, comenta. 

La familia de Ondalan está compuesta por “18 gigantes”. “En Aste Nagusia hemos llegado a todos a la vez pero normalmente sacamos 10 o 12”, explica Díaz que desgrana los personajes más importantes de la comparsa. “Somos de Deusto y en 2024 se cumplirán 100 años de la anexión de Deusto a Bilbao. Y mantenemos el alcalde”, detalla. Tampoco faltan en la comparsa principal “la txakolinera, el marino y la segadora. Son representantes de la zona alta y baja de Deusto”. No en vano, en sus inicios los gigantes tenían la misión de “transmitir la historia de los municipios a la ciudadanía de una manera iconográfica”. Entre las figuras de los cabezudos sobresalen “el alguacil y la caramelera”. “Esta última da caramelos pero tiene tan mala leche que mientras reparte dulces se dedica a pegar a los niños”, dice entre risas Díaz. 

Con los últimos compases del año llega también el periodo de mantenimiento de los gigantes. “Siempre hay que repintar alguna parte por roces con árboles, con ramas…. Se hacen retoques de fibra, de vestuario, de correajes...”, indica el integrante de Ondalan, entidad que recibirá uno de los Dantza Tradizionalaren Esker Onak este viernes 25 por una larga trayectoria de mantener engrandecido el espíritu de los gigantes.